La placa base MSI es una solución diseñada para equipos de sobremesa compatibles con PC, que integra un socket LGA 1851 facilitando la instalación de procesadores Intel actuales y futuros basados en esta configuración. Cuenta con un chipset Intel B860, orientado a ofrecer un equilibrio sólido entre rendimiento y eficiencia para usuarios que requieren estabilidad y compatibilidad con tecnologías recientes de Intel, favoreciendo un entorno ideal para tareas de productividad y gaming moderado. Su factor de forma ATX garantiza una amplia disponibilidad de ranuras y conexiones, permitiendo un montaje cómodo en cajas estándar y un adecuado flujo de aire para la refrigeración del sistema. Entre sus opciones de conectividad destaca la inclusión de una salida HDMI x 1, que posibilita la transmisión de vídeo y audio de alta definición, facilitando la conexión directa a monitores y televisores compatibles sin necesidad de adaptadores adicionales. Aunque también se menciona compatibilidad con chipsets AMD, la configuración principal responde al ecosistema Intel, lo que sugiere flexibilidad orientada a determinados segmentos de usuarios. Esta placa base MSI se presenta como una opción equilibrada para construir o actualizar PCs de escritorio que busquen una base fiable con conectividad esencial, pensado para entornos donde la estabilidad y compatibilidad con procesadores Intel de última generación son prioritarios.